Casino de Madrid

 

INTRODUCCIÓN

Saludos gatunos amigos. Hoy os voy a enseñar un lugar de renombre, de clase y sobre todo de gran belleza, uno de los lugares más desconocidos y al mismo tiempo más bonitos y destacados de la ciudad, el Casino de Madrid, situado en la calle de Alcalá número 15. Para ello, Manolo se puso en contacto con el Departamento de Prensa, con Susana Rivera y Rosa Figueroa, y concertó una cita para obtener información y realizar algunas fotos del edificio. La única condición que le pusieron era la vestimenta: es norma del Casino la asistencia con chaqueta y corbata, y por supuesto sin vaqueros, pantalón corto o chanclas, cosa que me pareció de lo más lógico dado la notoriedad de la institución, el problema era que yo no podía acompañarlo, pero bueno, me tuve que conformar.

HISTORIA

El Casino de Madrid naccomo club social en el año 1836, con ánimo de ser un lugar donde poder congregarse tranquilamente sus miembros, que sirviese como esparcimiento y espacio donde poder charlar y debatir sobre los acontecimientos acaecidos en esa época, siguiendo el espíritu asociacionista, muy en boga en esos momentos en Europa. Los fundadores fueron  principalmente de las clases altas, entre otros, el banquero Nazario Carriquiri, Fernando Fernández de Córdova (Marqués de Mendigorría) y Mariano Téllez-Girón, que fue elegido como Primer Presidente.

En 1837, tiene el inicio oficial de actividades puesto que se inscribe como Asociación, y en 1838 se dota de sus primeros estatutos y reglamentos internos.

Comenzó en el Café de Sólito, como una sociedad de recreo de poco más de medio centenar de socios. El constante crecimiento de nuevos miembros hizo que fuese desplazándose de sede por diversos lugares del Centro de Madrid, hasta que definitivamente se estableció en la calle de Alcalá número 15. Una historia muy interesante y convulsa que os voy a relatar en cada una de sus sedes.

PRIMERA SEDE. CAFÉ DE SÓLITO

Al principio, los miembros eran tertulianos que se reunían en el café de Sólito, situado en la calle del Príncipe esquina con la calle Visitación (actual Fernán González), junto al Teatro Español. Se buscaba desde sus inicios un ambiente tranquilo en el que se pudiera hablar relajadamente, jugar a los naipes, y discutir amistosamente de temas de la época. Alquilaron la primera planta del café y, en enero de 1837, constituyeron legalmente la sociedad. Este primer san era feo y destartalado, atendido por un servicio pequeño de mozos. Inicialmente era un espacio neutral y abierto a todas las ideas, pero poco a poco la incorporación de socios hizo que fueran apareciendo tendencias moderadas.

La denominación “Casino” se asignó inicialmente a la tertulia con el objeto de evitar suspicacias políticas propias de la época, eligiendo la denominación en italiano (casa de recreo). En las primeras tertulias se reunían y mezclaban la vieja nobleza, la nueva burguesía y los altos cargos, conduciendo desde sus comienzos a una atmósfera de liberalismo político.

Segunda  sede: El Casino de la Calle del Pncipe

El constante incremento de socios hizo que surgiera la necesidad de trasladarse a un local ubicado en el número 12 de la misma calle del Pncipe, por lo que durante el periodo que va del 1839 al 1848 el Casino se denominó: «del Pncipe ». En este local se gana en espacio, pero el lujo permanece en sus niveles anteriores con el mismo mobiliario destartalado del Café de Sólito. Los socios son cada vez más ilustres y aparecen en esta etapa entre sus listas el Marqués de la Casa Pontejos (corregidor de la Villa de Madrid), Alcalá Galiano, y otros personajes influyentes de la época.

En esta nueva etapa se produjo una propuesta de José Salamanca, que tuvo una adhesión mayoritaria de socios, y que promovió la completa renovación del mobiliario existente en el local, solicitando que fuese más lujoso. Los mismos socios se encargaron completamente de la nueva decoración y los enseres, y se comenzaron a realizar actos sociales relevantes.

El Casino del Pncipe era por entonces la única forma de conectarse a la red social y de poder del Madrid decimonónico. Las reuniones realizadas en el denominado Gabinete chico del local de la calle del Príncipe, tenían en muchos casos, tintes de apoyo a las tesis defendidas por el general Leopoldo O’Donnell. En sus filas se hablaba y se planificaba un levantamiento militar moderado que pudiera acabar con la Regencia de Espartero, no en vano, en febrero de 1842 el General Juan Prim fue presentado en la sociedad del Casino, apadrinado como socio por Pérez Vento. Posteriormente, en 1843, triunfó el levantamiento de Prim, dirigido por Serrano y Narváez, con lo que finaliza el mandato del Regente. En este período el número de socios va en aumento, y el Casino vive un periodo álgido por lo que se comienza a pensar de nuevo en un cambio de sede.

Tercera sede: Edificio del Marqués de Santiago

Esta tercera vez, se trasladan al Palacio del Marqués de Santiago ubicado en la carrera de San Jerónimo nº 29, en las cercanías del afamado restaurante Lhardy. El edificio fue alquilado por completo al Casino. Sus dependencias eran lujosas y destacaba un amplio San profusamente decorado. El Palacio tenía su puerta principal de estilo barroco que daba su salida a la Carrera de San Jerónimo, y otras dos menos notables que daban al Callen de los Bodegones (que posteriormente se llamó Hita, y después Travesía de Peligros, y actualmente calle de Sevilla) y de los Gitanos (denominada después del Arlabán). A pesar del traslado continúa denominándose del Pncipe.

Las primeras sesiones del Casino en el Palacio datan del otoño de 1848. En esta nueva sede se concentra la creencia popular de que, simbólicamente, en el Casino se ejerce el poder político. Es por esta razón por la que el edificio seobjeto a veces de algunas quejas populares y revueltas esponneas. A pesar de ello el Casino mantiene sus fiestas públicas, y celebra los Carnavales, las noches de baile, conciertos, etc. Pero la agitación política cede y se conocen años de calma y es en esta época cuando el Casino fortalece su posición social en la vida de Madrid.

Una de las revueltas en la que se ve involucrado (al igual que otros edificios de la ciudad) acontece el 28 de junio de 1854, y es la denominada «Vicalvarada» (Revolución de 1854) en la que se produjo una sublevación civil y militar que llegó a afectar a la sede, siendo atacada por diversos grupos de exaltados durante sus momentos más álgidos. Una compañía de socios civiles parapetada en las puertas del Palacio rechazó los ataques iniciales. Se produjeron barricadas y asaltos similares a diversos centros de poder de la capital.

Finalmente la revuelta fue frenada violentamente por el Gobierno, mediante una fuerte represión comandada por el denominado popularmente “Gabinete Metralla”. Existe la leyenda de que, en las salas de billar del Casino, se tejiera la trama de la revolución. Tras estos incidentes, el Casino obra incluyendo en sus filas personajes con una gama mayor de creencias políticas.

El 11 de diciembre de 1865, el Casino redacta y aprueba unos nuevos estatutos en los que se reglamenta el Órgano Directivo, sus competencias y servicios: Gabinete de Lectura, Salones de Conversación, Biblioteca, Reglamentación del servicio, de los conserjes, mozos y cocineros, y de los horarios de apertura y cierre.

En 1878 se traslada la denominación oficial del Casino «del Pncipe» a la actual «de Madrid». En junio de 1873 se instaura en España la Primera República tras la renuncia al trono de Amadeo I. Estos años son delicados para la institución, que reunió parte de las iras de los seguidores de la República. Es en esta época cuando el político José de Echegaray se refugia en el Casino de las iras de un grupo de exaltados que querían fusilarlo al salir del Parlamento. Con la entrada de las tropas del general Pavía en el Congreso de los Diputados el 3 de enero de 1874, se da por finalizada la Primera República.

Cuarta sede: El Café Suizo

En esta época hay varios proyectos de ensanches de calles y modificación del trazado viario de Madrid, con el objeto de acomodar la ciudad a los nuevos medios de transporte que se avecinan, y para ello se expropian y se amplían calles del centro de la capital.

En octubre de 1853 se proponía una reforma de la Puerta del Sol, el primer proyecto de una larga serie que vendrá después. El Palacio ubicado en una zona de remodelación es apuntado por el Ayuntamiento como local para derribo. Tras un intento infructuoso de los socios para comprar el edicio, en 1880 se decide en Junta trasladarse al edificio que albergaba el lujoso café El Suizo, en la calle de Alcalá, debido a la amplitud y elegancia de sus salas, y a la cercanía con su anterior sede. Este nuevo periodo a finales del siglo XIX se caracteriza por la calma política y social.

Quinta sede: Edificio La Equitativa

En 1891 se decide de nuevo el traslado de la sociedad, por quinta vez, al vecino edificio de La Equitativa (esquina de las calles de Sevilla con Alcalá y obra de José Grases Riera), alquilando completa una de sus plantas. Cabe destacar de esta etapa algunas de las estancias importantes, como fueron La Rotonda y la nutrida Biblioteca. El Casino posee ya más de un millar de socios.

En 1869 algunos jóvenes de la alta aristocracia madrileña deciden fundar un club masculino de ocio a su exacta medida: el Veloz Club y se ubican en la calle de Alcalá, justo donde se encuentra la actual sede del Casino. La rivalidad existente entre el Veloz Club (a los socios se los denominaba «gomosos») y el Casino, ambos separados por escasos metros en la calle de Alcalá, se hace patente. El Club era el espacio de reunión de los «señoritos», mientras que el Casino era el de los «señorones». El Veloz Club cerró sus actividades en 1910.

En 1898 se hunde el buque de guerra estadounidense Maine en La Habana y esto dispara la propaganda de EEUU que desencadena en la guerra Hispano-Estadounidense. Este año multitud de madrileños se congrega en la calle de Alcalá y muestra sus quejas frente al edicio de La Equitativa, símbolo de EEUU en aquella época. En la coronación de Alfonso XIII cuando pasa por el edicio La Equitativa los socios le saludan amistosamente, sin efusividades, no exponiendo su posición favorable al nuevo monarca. En esta época el Casino no alcanzaba el millar de socios, aunque en sus listas figuraban importantes empresarios.

Sexta sede y definitiva: Edificio de Alcalá

En una sesión realizada en el San de La Equitativa se decide en junio de 1902 un sexto traslado de la sociedad a un edicio propio. Siendo el presidente Agustín Díaz-Agero (Conde de Malladas) impulsa el proyecto mediante la compra de locales al Veloz Club en la calle Alcalá, nº 13 y 15, así como de los números 20 y 22 de Aduana. Se realiza una convocatoria de concurso internacional para la presentación de proyectos arquitectónicos en 1903.

El estilo preponderante desde el punto de vista arquitectónico se acercaba al eclecticismo tardío con mezclas de estilo arquitectónico frans (neobarroco francés). El pliego del concurso dicta a los arquitectos diversas normas a seguir relativa a la necesidad de espacios para los socios, número de salones, disposición de las salas de juego y demás dependencias. El coste de la obra se fija en dos millones de pesetas. El jurado que analizaría las propuestas correspondía a un conjunto de expertos procedentes de la vecina Academia de Bellas Artes de San Fernando (sección de arquitectura).

De los veintisiete proyectos presentados al concurso, el perteneciente al arquitecto francés Guillaume Tronchet es el que más gusta al jurado. No obstante se rechaza debido a las quejas airadas de los socios sobre la imagen de España que había representado Tronchet en los pabellones de la reciente Exposición de París. El concurso queda oficialmente desierto y el jurado decide comprar los proyectos de Antonio Palacios y Joaquín Otamendi, Jesús Carrasco, Manuel Martínez Ángel, la familia parisina de arquitectos Le Farge, Tomás Gómez-Acebo y del mismo Tronchet. Con ello Farge (L. Farge y P. Farge, padre e hijo) se encarga de fusionar los proyectos, eligiendo lo mejor de cada uno de los estilos.

El proyecto final es firmado burocráticamente por el arquitecto Luis Esteve, y presentado oficialmente en el año 1905. El edicio finalmente recoge un estilo típico del eclecticismo madrileño de principios del siglo XX. La realización de la nueva sede supone a los socios un desembolso importante, y se acuerda hacer un empréstito de tres millones de pesetas en obligaciones hipotecarias. Este modelo de financiación es un éxito y se logra una cantidad superior que permite iniciar las obras del nuevo edicio sin problemas.

La construcción del Casino concon la dirección del arquitecto y socio casinista José López Sallaberry, uno de los mejores profesionales de la época. Durante esta etapa los socios muestran impaciencia por la finalización de las obras y se producen diversas juntas agitadas solicitando la aceleración de los trabajos. Finalmente, se concluyeron las obras del edicio el 29 de septiembre de 1910.

Los meses posteriores a la inauguración se continúan obras de mejora y acabado. Hay decir que, Manolo pudo contemplar todos los planos de los proyectos seleccionados, pues se encuentran enmarcados y expuestos en los pasillos interiores del edificio, pero desgraciadamente no pudo fotografiarlos bien pues los cristales de protección daban extraños reflejos que no permitían su correcta visión.

Los socios podían llevar consigo a tres invitados. El rey Alfonso XIII visita las instalaciones del nuevo edicio un día en el que se celebra un torneo de ajedrez, en la visita el monarca juega una partida con el campeón español Golmayo. El número de socios, tras la construcción del nuevo edicio, fue creciendo hasta alcanzar el número de dos mil.

Con la llegada de la Guerra Civil, el Casino vivió una fuerte crisis en la que llegó a sufrir la incautación de sus bienes y el cierre por el partido de Izquierda Republicana. La acera a la que pertenece el Casino, debido a la afluencia de revolucionarios, fue denominada la “acera roja”.

Durante el periodo de inicio de la Guerra Civil, las tertulias del Casino fueron disueltas, y esa situación hizo suspender las celebraciones del Centenario del Casino. Algunos de los socios cayeron en las checas propiciadas por los milicianos izquierdistas con el beneplácito del Gobierno Republicano. El edicio durante la Guerra Civil es incautado para ser reconvertido en un Hospital de Sangre y atiende heridos del frente madrileño, y en marzo de 1937 pasó a ser la sede de la Caja de Reparaciones.

En 1940 el edicio es completamente restaurado de las heridas de guerra y se incorpora en uno de los pasillos una lápida conmemorativa de los 150 socios muertos durante la contienda. En 1993 el edicio y su contenido son declarados Bien de Interés Cultural. La sociedad española está cambiando y se produce una transición a la democracia que cambia por completo las ideas de la sociedad. El Casino, junto con otras instituciones similares, como puede ser el Círculo de Bellas Artes, sufre problemas económicos.

El abandono de algunas dependencias del local y la disminución de socios hace que el edicio quede en un uso inferior al diseñado. Poco a poco los servicios culturales y sociales del Casino se mantienen al mínimo. Tras un periodo de decadencia entre 1975 y 1986, se recupera con nuevas fórmulas de gestión y asociación con otros clubes sociales extranjeros. Es empleado, por sus ambientes elegantes, en algunos rodajes de peculas como Elsa y Fred y algunos anuncios de televisión.

Se concede el alquiler de parte de las dependencias a una empresa concesionaria de servicios denominada Gran Círculo que se encarga de explotar sus espacios. Dicha colaboración se establece mediante una aprobación de la junta general de socios convocada al efecto y celebrada el 29 de diciembre de 1986. Esta empresa, era accionarialmente dominada por Cajamadrid, y después pasó el dominio al grupo hotelero NH, que es quien lo controla en la actualidad. La sociedad Gran Círculo de Madrid S.A. se encarga de las obras de restauración y reacomodo del edicio, aceptando esta nueva remodelación el arquitecto Francisco Fernández Longoria.

Entre los servicios actuales, posee un restaurante en su interior que fue inaugurado en 1998, denominado “La Terraza del Casino” (poseedor de dos Estrellas Michelín). La Terraza posee una cocina que cuenta con una gastronomía de renombre internacional, siendo su jefe en esta nueva etapa Paco Roncero.

Este nuevo periodo se caracteriza por una armonía entre los socios casinistas y los servicios que presta la empresa concesionaria, como comentó Rosa Figueroa, que acompañó en la visita a Manolo, “existe una perfecta simbiosis entre los socios y Gran Círculo, pues todos los eventos y acontecimientos se prevén con meses de antelación”. También se publica desde 1996 una revista de tirada trimestral que resume las actividades de los socios.

Desde 1902 las mujeres de socios pueden usar los restaurantes, también hay muchas fotografías en actos como fiestas, bailes o conferencias, pero no podían conseguir el privilegio de ser socio.

En 1987 todo esto cambió con la petición de Dª Emanuela Gambini de ser socia de pleno derecho. Esto trajo consigo un fuerte dilema, pues era la primera vez que sucedía que una mujer expresase su deseo de asociarse. Tras una revisión minuciosa de los Estatutos y normas de la Asociación, se comprobó que en ningún artículo había una prohibición expresa del género de los socios, por lo que ante la ausencia de esta, automáticamente se daba por permitido, por lo que entró a formar parte de la historia del Casino de Madrid como Primera Mujer Casinista.

CARACTESTICAS DEL EDIFICIO

El edicio del Casino de Madrid, tiene su entrada principal en la calle Alca. Su estilo arquitectónico pertenece a una época en la que elmodernismo comenzaba aestar en boga en las capitales europeas.

Del exterior se destaca, a pie de calle, la entrada de Pascual González y una preciosa fachada donde destaca en el primer piso, un impresionante balcón coronado con una maravillosa arquería.

De las dependencias del interior es importante mencionar la Escalera de Honor, diseñada por José López Sallaberry y decoración del escultor Ángel García Díaz, que está ubicada en el Patio de Honor, donde destaca la cubierta acristalada, obra de la Casa Maumejean. Las paredes del Patio simulan tres fachadas de edificios, en un estilo ecléctico, fusión de elementos neobarrocos con otros modernistas, y en su base se pueden admirar los jarrones japoneses de cerámica satsuma, comprados en 1923, a un particular.

Rodeando al Patio se encuentran los salones La Glorieta, el Príncipe, convertido en actual Salón de Actos, y el bar Las Estancias. En esta planta baja, pero ya en la zona más interior, orientada a la calle Aduana, se encuentran la Sala de Billar, que no se pudo fotografiar por estar ocupada por los socios, la Sala del Tresillo, que dispone de mesas de juego de cartas y dominó, y el Restaurante Recoletos, conocido también como Restaurante de los Socios.

En la primera planta, se encuentran los salones de mayor alcurnia del edificio, comenzando por el Salón Real, denominado en un principio Salón de Fiestas. Está decorado al estilo Luis XIV, y donde destacan las lámparas de la Casa francesa Mansard e Cie, las vidrieras de las cúpulas cenitales  y de la gran exedra lateral, de la Casa Maumejean, el friso de mármol con relieves de amorcillos de Mariano Benlliure, y el impresionante techo compuesto por dieciséis lienzos de Emilio Sala y Cecilio Pla, de gran belleza.

En el Salón también hay que destacar los cuadros de Anselmo Miguel Nieto, Fernando Álvarez de Sotomayor, Manuel Benedito y Julio Romero de Torres, obras entregadas al Casino entre 1918 y 1919. La acústica de esta estancia es magnífica, pues fue concebida para disfrute de la música.

En esta primera planta también se encuentran el Salón Puerta del Sol diseñado por la Casa Suárez-Górgolas en maderas nobles, y con cuadros de Antonio Gomar y que conserva su mobiliario original y que era el antiguo comedor de socios, y el Salón Alcalá, de estilo Luis XVI, que fue construido por la Casa Lissarraga, que tiene acceso al balcón con arcos de la calle Alcalá, y donde se encuentra el busto, realizado por Mariano Benlliure, del Conde de Malladas, verdadero artífice de la construcción del edificio.

Posteriormente subimos a la planta tercera, en ascensor, cuya puerta enrejada es espectacular, y donde hay un comodísimo asiento para descanso de sus ocupantes. Esta planta, llamada Conde de Malladas, en honor al impulsor de la construcción del edificio, es el verdadero “refugio” de los socios casinistas, y donde tienen cabida los privadísimos salones y estancias sociales, y lugar “prohibidísimo” para los no-asociados, pero gracias a Rosa Figueroa, Manolo pudo visitarlos con avidez y curiosidad, y fotografiarlos a su vez, con la única condición de no molestar en absoluto la tranquilidad y sosiego de los allí presentes.

Hay cuatro espacios destacados para el disfrute de los socios: el Bar de Socios, que hace de antesala y paso a las otras tres estancias; el Salón del Torito, llamado así por una pequeña escultura de bronce de Isadore-Jules Bonheur, situada encima de una mesa central, y que es el lugar donde se celebran las tertulias casinistas; la Sala de Lectura, donde los socios pueden disfrutar diariamente de la prensa  nacional e internacional; y por último, la única estancia que se pudo fotografiar en esta planta pues se encontraba vacía en esos momentos, y me refiero a la ”joya de la corona”, bajo mi punto de vista, la sala más bonita, espectacular y atrayente de todo el edificio, la Biblioteca.

Es de estilo neogótico, y realizada totalmente en hierro por la Casa Asins en 1.890, y dividida en dos niveles, separados por una galería de servicio. Fue construida para la sede de la Equitativa, y trasladada a este edificio y reubicada en este lugar. Contiene más de 40.000 volúmenes sobre los más variados temas, e incluso publicaciones periódicas de finales del XIX y principios del XX, con la particularidad que todas ellas están registradas en unos ficheros manuales, escritos con máquina de escribir y situados en unas estanterías, que se encuentran a la entrada de la estancia. Una verdadera joya tradicional en este mundo informatizado en el que vivimos.

A decir verdad, estos ficheros también están informatizados para disfrute y consulta de los socios, pero se sigue realizando la costosa y bella labor de mecanografiarlos para que permanezcan en sus estanterías para la posteridad.

Estas son las estancias principales del edificio, y las cuales Manolo visitó y fotografió (salvo las que estaban ocupadas por socios), pero existen otras dependencias que no investiguó, por falta de tiempo, y también por discreción.

A parte de las oficinas propias de cualquier institución, el Casino dispone de más de 300 metros cuadrados de zonas deportivas, que incluyen un gimnasio con la más avanzada maquinaria, una piscina climatizada, sala de masajes, sauna, baño turco, vestuarios, peluquería de señoras y de caballeros, servicio de limpiabotas, podólogo, y una sala de primeros auxilios.

Advertir también de la existencia de otra pequeña sala, la Sala del Torreón, que tampoco se pudo visitar, y donde los socios pueden disfrutar de acontecimientos deportivos y las corridas de toros, aparte de cualquier otra programación o visionado de videos o música, pues hay un magnífico equipo audiovisual donde se proyectan dichos espectáculos.

El edificio cuenta también con dos “discotecas”, Sala de Fiestas Marqués de la Valdavia, y Sala de Fiestas Duque de Osuna, donde, además de la culminación de las celebraciones de las bodas, también se utilizan para clases de Baile y otros acontecimientos festivos.

No puedo obviar que, en la azotea del edificio, se encuentra el Restaurante La Terraza (el cual no se pudo visitar pues se hallaba cerrado) uno de los más destacados de nuestro país, y a cuyo frente está el chef Paco Roncero poseedor de dos Estrellas Michelín. La decoración del restaurante es obra del internacionalmente reconocido Jaime Hayón. Un verdadero placer para la vista y el gusto, sobre todo en las noches de verano en el espacio exterior, cuando se puede disfrutar de las vistas en uno de los enclaves más bonitos de Madrid.

ACTIVIDADES

Hoy en día, como ya comenté anteriormente, coexisten las actividades culturales y de recreo de los socios, con garantías de privacidad, y las comerciales de la sociedad concesionaria, Gran Círculo de Madrid.

Se abre, de este modo, una nueva era en la que el Casino vuelve a recobrar su antiguo esplendor, así como la ilusión de poder proyectarse en el siglo XXI, con el mismo vigor con que saludó el comienzo del siglo XX. Entonces lo hizo con la inauguración, en 1910, de lo que ha constituido el gran símbolo y la fortaleza de la sociedad que es su edificio de Alcalá 15.

En 1999, los socios del Casino tomaron la decisión de establecer las bases para ampliar sus tradicionales servicios urbanos con los deportivos al aire libre al integrar al Casino el Club de Golf de Retamares, que asegura la intervención de socios jóvenes, lo que permite la renovación generacional de la entidad.

La actividad cultural representa una parte muy importante de la programación, que incluye, conciertos, conferencias, ciclos, reuniones, tertulias de los más variados temas, viajes, clases de baile, de bridge, de mus, clases de natación para bebés y niños… Sin olvidar las fiestas, algunas tradicionales que se han recuperado, y otras más innovadoras. Destacan las de Carnaval, la fiesta de la Luna, en la terraza; Las cenas de Primavera, la de Otoño, la Cena Aniversario, la Fiesta Infantil, en Navidad…

SOCIOS

Os preguntaréis cómo podéis visitar estas maravillas que os he descubierto. Pues la verdad, es bastante difícil por no decir IMPOSIBLE, a menos que conozcáis a un socio, de los 2.300 actuales (número fluctuante día a día), presididos por D. Javier Torrico Torrico. Y ¿cómo hacerse socio?, pues otra pregunta bastante fácil de contestar, es también muy difícil. Os cuento un poco la historia a cerca de los requisitos para acceder a la calificación de SOCIO.

Desde sus inicios, el acceso a la calificación de socio necesitaba de unos pasos estrictos que cumplían sólo aquellos que pertenecían a la nobleza o alta burguesía, o que eran presentados por otros. De una forma u otra se empleaba el sistema de padrinazgo, donde primaba siempre a la hora de elegir un nuevo miembro, un grado de parentesco existente con un socio.

Los miembros pertenecientes a la sociedad se han denominado siempre «casinistas». Existían los denominados «socios de númerque tenían obligado cumplimento de pago de cuotas, y que poseían la capacidad de tomar decisiones en la Junta General de la Sociedad, y también los «socios temporales», también denominados «transeúntes», que se nutrían del cuerpo diplomático extranjero y personas autorizadas temporalmente. En época de Sesiones de Cortes los senadores y diputados que no residiesen en Madrid tenían acceso libre a la entidad.

En la actualidad el sistema de padrinazgo se mantiene y se amplía la tipología a «socios empresas» (que corresponden a cuatro socios propietarios de una entidad jurídica). Como ya he comentado anteriormente, en 1987 se admitió por primera vez en la historia del casino la incorporación de mujeres como socias casinistas. Desde esta época el ingreso de socias va creciendo de tal forma que a la entrada del siglo XXI existían ya un poco más de un centenar de socias.

Y os estaréis preguntando cuánto se paga para ser socio del Casino. Pues una vez presentada la solicitud, avalada por dos socios, el Comité de Admisión, debe aceptarla, y entonces, el nuevo socio admitido, debe aportar la cantidad de 7.513 € en el caso de socio individual, y 21.035 € en caso de socio empresa, en concepto de Admisión, más luego deben abonar 278,80 € y 198,77 € respectivamente, al trimestre. La cuota incluye al cónyuge del socio.

Yo creo que os desgranado bien este lugar “oculto” a los ojos de la gente de a pie. Espero que os haya gustado este descubrimiento de uno de los lugares con más encanto de la Capital. Hay que agradecer a Susana Rivera y, sobre todo, a Rosa Figueroa, que sirvió de guía en el edificio, su atención prestada y su colaboración para poder realizar este artículo. Si queréis conocer algo más sobre el Casino de Madrid, no dudéis en visitar su web en http://www.casinodemadrid.es Os cito para el siguiente post que será también muy interesante. Os espero. Y recordad… ¡PASO LISTA!

 

 

 

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